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Soy un tío de 23, con la cabeza bien sucia y el cuerpo aún más. Me va el sexo sin tapujos: sudar, gemir, jugar, follar como si no hubiera mañana. Nada de líos, solo ganas, piel, morbo y cuerpos chocando sin censura. Si estás tan caliente como yo y te pone lo espontáneo, escríbeme. Me encanta comerte con hambre, dejarte temblando y repetir hasta que no podamos más. Discreción total, pero aquí venimos a pecar